INGREDIENTES
1 Calabacín
Aceite de ove
Vinagre de manzana y un poquito de panela
Lavar bien el calabacín y secar. Cortar a lo largo en rodajas lo más finas posible (si tenéis una mandolina, sería ideal).
Colocar en un recipiente plano de vidrio y regar con una vinagreta hecha con aceite de oliva, vinagre de manzana y una cucharada de panela o azúcar moreno.
Salar y salpimentar al gusto.
Tapar y dejar en la nevera toda la noche.
Al día siguiente el calabacín habrá absorbido los sabores y estará delicioso. Es un buen acompañamiento para cualquier plato.
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