Conserva de TOMATE al estilo Tejiendo Raíces.
Lavar los tomates, quitarles las partes desechables y cortarlos en trozos en una cazuela. Cocer hasta que estén blandos, ir quitando el caldo que sueltan hasta obtener la textura deseada. Pasarlos por un pasa-purés o mejor por un "pasatuto" (búscalo en tu ferretería de confianza), así también quitamos las pieles (también puedes haberlos pelado al principio, se pelan mejor si se escaldan) y las semillas.
A la salsa de tomate se le puede añadir sal, azúcar, sofrito de ajo, cebolla y/o pimiento o pimentón. Tritura con batidora.
Envasar por un lado la salsa de tomate y por otro lado el agua de tomate (que tus hortelanas utilizamos para sopas, cremas, guisos...). O, para no desechar nada y tener más cantidad, no quitar el agua y añadir agar-agar.
Congelar o conservar al baño maría.
Conserva en tarros al baño maría: cocer los tarros limpios en agua hirviendo unos minutos, tener también caliente la salsa de tomate, echarla en los tarros.
Ahora hay dos opciones: una es echarlo hirviendo y llenar el bote hasta arriba, cerrar la tapa del todo y colocar tarro boca abajo para que haga el vacío y poder comprobar que lo hace (si se sale no está bien sellado).
La segunda opción es no llenar el bote del todo, ni cerrar la tapa del todo, meterlo en una cazuela y cocerlo unos 20 minutos la baño maría.
¡A disfrutar de tomate todo el año!
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