Las borrajas, una verdura tan especial y exquisita.
De las BORRAJAS se comen los tallos y hojas, también las flores.
Para LIMPIARLAS, sumergirlas en un recipiente con agua y deja durante un par de minutos con el fin de eliminar la tierra. Si no se ha conseguido eliminar la tierra, frotar con un cepillo por ejemplo.
CONSERVACIÓN
Las borrajas limpias se pueden guardar en refrigeración en una bolsa de plástico o táper con
agujeros hasta 7 días.
Conviene cocinarlas pronto, antes de 4 días porque se irán poniendo negras por falta de clorofila y vitaminas. Las hojas, las más tiernas, bien limpias de pelillos, se pueden comer en ensalada.
COCINARLAS
Para cocinarlas, no es necesario quitar los pelillos, tras la cocción pasaran completamente
desapercibidos. Pero esto depende del paladar de cada persona.
Si se van a hervir, la mejor forma de cocinarlos es al vapor, para que conserven mejor todas sus propiedades (minerales y vitaminas). Con unos minutos será suficiente.
También se pueden freír directamente las borrajas.
O hacerlas en tempura, rebozadas.
Después se pueden comer con unas gotas de aceite de oliva y vinagre. O añadir un sofrito de ajos y pimentón.
O gratinadas con un bechamel una vez hervidas.
Se puede preparar una sopa de borrajas (agua de borrajas), hirviéndolas con otras hortalizas y triturándola para hacer una sopa.
¿Sabias que...? Curiosidades sobre la borraja:
Antaño era habitual comer borraja cuando las personas se sentían débiles o con bajo ánimo. Esto es debido a que su contenido nutricional favorece
y estimula la adrenalina, ayudando por tanto a mejorar el ánimo.
La palabra borraja viene del arabe bu-arag, “sudorífico”, por la propiedad de esta planta en la eliminación de líquidos.
El origen de la expresión “quedar en aguas de borraja” se refiere a que si hacemos
una infusión de borraja esta apenas tiene sabor.
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