La Borraja (borrago), Borago officinalis, es una planta anual originaria del Norte de África con hojas ovaladas y dentadas con flores agrupadas en racimos que cuelgan.
Es una planta humilde y poco conocida; crece silvestre en muchos lugares de tierras fértiles y húmedas, en los bordes de las carreteras, en las laderas de las montañas... y se reconoce con facilidad por los pelillos que cubren sus tallos y sus hojas, así como por las flores de color azul (ornamental y medicinal cultivable), rosado o blanco (borraja comestible) que forma la planta.
En países como Francia e Italia la borraja se considera una verdura de lujo y los platos donde es protagonista se presentan como una auténtica especialidad en restaurantes de prestigio.
Destaca desde un punto de vista nutricional y dietético por su contenido en agua, poca cantidad grasa y por tanto en calorías, y especialmente rica en vitaminas (A, B1, B2 y D) y minerales (potasio, calcio, hierro y fósforo). Su riqueza en potasio la convierten en una hortaliza ideal tanto en caso de retención de líquidos como a la hora de eliminar las diferentes toxinas que se acumulan en nuestro organismo.
Conservación: Como se trata de una verdura muy perecedera, conviene conservarla en la nevera dentro de una bolsa de algodón o de plástico perforada y no lavarla hasta el momento de su utilización.
Limpieza
De las BORRAJAS se comen los tallos y hojas. Para limpiarlas, sumergirlas en un recipiente con agua y deja durante un par de minutos con el fin de eliminar la tierra. Si no se ha conseguido eliminar la tierra, frotar con un cepillo (de uñas, por ejemplo).
Las borrajas limpias se pueden guardar en refrigeración en una bolsa de plástico o taper con agujeros hasta 7 días. Conviene cocinarlas pronto, antes de 4 días porque se irán poniendo negras por falta de clorofila y vitaminas. Las hojas, las más tiernas, bien limpias de pelillos, se pueden comer en ensalada.
Para cocinarlas, no es necesario quitar los pelillos, tras la cocción pasarán completamente desapercibidos. Pero esto depende del paladar de cada persona.
Si se van a hervir, la mejor forma de cocinarlos es al vapor, para que conserven mejor todas sus propiedades (minerales y vitaminas). Con unos minutos será suficiente, después se pueden comer como mejor gusten.
ALGUNAS PROPIEDADES
Suponen una gran fuente de fibra, vitaminas y minerales. Y son un 93% de agua. Tienen un bajo contenido en grasas y calorías.
En cuanto a minerales, contienen mucho hierro (más del doble que las afamadas espinacas) y magnesio, también sodio, calcio, fósforo y una de las verduras con mayor cantidad de potasio.
Son ideales para eliminar líquidos del organismo.
Destacan la cantidad de vitaminas A, B y C. Se trata de una de las verduras con mayor porcentaje de carotenos, vitamina A. Son antioxidantes, por tanto, preventivas de enfermedades degenerativas, entre ellas cánceres. Especialmente importante esta vitamina es para la piel y la vista; tan necesarias de cuidar en verano.
Contiene muchos mucílagos (un tipo de fibra), lo que les otorga el aspecto gelatinoso y pegajoso a las borrajas cocidas. Estos mucílagos ayudan, entre otras cosas a prevenir el estreñimiento, todo tipo de irritaciones del aparato digestivo, eliminar toxinas intestinales y estabilizar los niveles de colesterol y azúcar en sangre