Temporada alta, temporada baja
Y es que las huertas van de eso, de temporadas, de ciclos, de sustos, de alegrías, de ritmos, de esfuerzo, de satisfacción..., en definitiva, de vida. Y así, suceden los días, con las manos en la tierra y en las semillas que más tarde, con la misma incertidumbre con la que sucede la vida, alimentarán a la gran familia que une la ASC.
Primavera: temporada alta
De trabajo, de mucho trabajo. La lista de tareas crece y se acumulan: semillar, repicar, labrar, abonar, plantar, entutorar, recolectar, segar, compostar, regar, planificar, reparar, ... mientras que el sorpresivo clima nos deja estrechos márgenes de maniobra y anchos márgenes de incertidumbre. No, no es fácil, pero sabemos que son semanas decisivas que determinarán el resto del año, y el apoyo de la comunidad alienta a seguir, como un susurro cuando decae el ánimo.
Este año la tercera hortelana de apoyo es Paula Borrego Olalla, y ¡qué gran y necesario apoyo!
Todas las manos son pocas pero qué gran inyección de ánimos y energía.
Primavera: temporada baja
De cosecha, de escasa cosecha. Se agota el invernadero que nos da de comer en tiempos de frío y hielo y la huerta no está preparada todavía para llenar las cestas, toca tirar de conservas mientras las plantas crecen y se ponen fuertes:
Primavera: la vida sucede
A pesar de todo, la vida sigue sucediendo, sigue abriéndose paso y esa percepción también es un aliento a seguir cavando, sembrando y sudando.
Doña Primavera
Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!
Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo…
No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontrarlas
junto a las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?
De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas…
Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:
rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.
(Gabriela Mistral)
Las huertas van de vida, y la vida va de encuentro.
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